Vanessa Martínez es estudiante de psicología de la universidad de la sabana, todos los días conduce de su casa, en la 134 con séptima hasta el plantel universitario ubicado en chía.
Su ruta hacia la universidad parece sencilla, sin embargo la mala señalización de la carrera séptima le ocasiona problemas que ella describe como “inaceptables” para la capital de un país. Hace dos meses mientras conducía hacia La Sabana una volqueta salió, indiscriminadamente dando reversa, de una obra ubicada en la calle 185 con séptima, Vanessa no alcanzo a frenar y su carro se estrelló contra la parte trasera de este magno vehículo. Los daños del Mercedes Benz que maneja la estudiante sumaron más de diez millones de pesos, el panorámico estalló, pero el air bag, del piloto, protegió la vida de la estudiante.
Luego de la estrellada el conductor de la volqueta aseguró que la culpa la tenía la joven al no ver una señalización de obra y salida de volquetas en la zona, pero al caminar una cuadra la policía de tránsito que hacia el croquis del accidente y los implicados observaron que esta señal se encontraba completamente en el piso, aparentemente afectada por algún vehículo, lo que no permite su visibilidad. Aunque la responsabilidad puede resultar de la obra por no corregirla aun la estudiante se pregunta ¿Quién está al pendiente del estado de estas señales para que este tipo de accidentes no ocurran?
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